miércoles, 18 de mayo de 2011

Angustia y zozobra en Rionegro por inundaciones

Las crecientes del río Rionegro








     


 Doña Cecilia Duarte, habitante del barrio Las Playas, muestra los daños y la humedad en las paredes que dejo el invierno y que comparte con sus 7 miembros más en su casa de 3 metros cuadrados.


Los niños del barrio El Porvenir etapa 6
deben soportar las incomodidades de las barreras hechas con sacos de arena, ante
las amenazas de nuevos  aguaceros   que
provoquen  el desbordamiento de un  río
con el cual están aprendiendo a convivir.

Para concluir retomo lo que nos dijo doña María  Gómez habitante del sector las Playas antes de despedirnos: - peores cosas vivieron los japoneses con el tsunami, ¡nosotros seguimos adelante!

Rionegro vivió horas de angustia al contemplar que el nivel de las aguas del Rio Negro iban ascendiendo aceleradamente  y que sus enseres se iban  mojando y los locales comerciales y las residencias se iban inundando. Unidad Industrial, El Porvenir, (Varias etapas) en el barrio Las Playas, Vegas de la Calleja, La Quiebra, Yarumal Los Pinos, Galicia,  Río Abajo, Galicia, Fontibón, Alto de la Mosca, La Mosquita,  etc.
Pero . . . No habían pasado muchas horas cuando  nuevamente el río se enojó  y otra  y más inundaciones llegaron para complicar la ya triste y difícil situación de los rionegreros. . .
Los damnificados fueron trasladados a hoteles y residencias, al Nuevo Coliseo y a varias instituciones educativas de la ciudad. Algunos residentes de Las Playas y El Porvenir, lograron acomodarse cerca, gracias a la buena voluntad y al espíritu cívico de otros vecinos, casi todos de segundo piso. Casas de amigos, familiares o simplemente conocidos. Todos ayudaron con generosidad ilimitada.
Pasaron las lluvias torrenciales y lentamente fue bajando el nivel del río, pero quedaron profundas cicatrices en los hogares y en los comercios. Familias desalojadas por la furia del invierno, vieron cómo sus haberes, muebles y enseres, se perdieron. Comerciantes miraron con tristeza los saldos húmedos y dañados que dejó  la furia de las aguas y comenzaron a pensar cómo enfrentarse al futuro, sin dinero y extenuados por la fatiga del siniestro.
No hay palabras para contar ni traducir la expresión de los rostros desencajados por la angustia y el desespero que vivieron. Muchas calles quedaron  con sus paredes marcadas con líneas incomprensibles del nivel hasta donde ascendieron las aguas.
Vale la pena destacar, a Dios lo que es de Dios, la ardua labor que cumplieron las autoridades de Rionegro, encabezadas por su alcalde Alcides Tobón Echeverri y su esposa Astrid Eugenia, gabinete municipal, cuerpo de bomberos, Defensa Civil, Aguas de Rionegro Acciones comunales y la misma comunidad afectada, que, olvidando sus propia tragedia, se dedicaron a atender a quienes habían sufrido más que ellos. No podemos olvidar al ex alcalde Hernán Ospina Sepúlveda, quien al ver la tragedia del barrio Las Playas, se metió al agua todo un día ayudando a la comunidad. Admirable espíritu de solidaridad demostró la ciudadanía de Rionegro.. Toda las gente se hermanaron en admirable  abrazo de comprensión y ayuda,.
Hoy, las gentes afectadas de nuestra ciudad,  bajo el azul hermoso de los cielos rionegreros, que ojalá no sean escasos, están esperanzadas en que esta tragedia no se repita. Tratan de acomodarse a una nueva vida, confiando en que el gobierno, empresas y la misma comunidad, pueda ayudarles para rehacer su vida cotidiana.
Y es labor de todos, ayudarles. Entregarles generoso apoyo económico o en especie, tan grande como nos lo permita nuestro solidario corazón de cristianos.







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