Con este invierno y analizando los problemas y daños que se han presentado, más las pérdidas por pérdidas de productos varios, lucro cesante, despidos de personal, etc., se llega a la triste conclusión de que desde hace mucho tiempo, en Rionegro se han realizado obras públicas y particulares sin el debido estudio, sin que los expertos hayan dado su última palabra.
El Centro Comercial José María Córdova, hizo planos, que hoy, al parecer, se aprecian sin estudios suficientes de geología o altura sobre el nivel del río. Sus constructores fueron aconsejados por don Ramón Garcés de los peligros de inundación, quien también advirtió sobre ese peligro a quienes estaban comenzando a construír el barrio El Porvenir.
Por otro lado, mal hecho que el municipio hubiera aprobado los planos, diseños y estudios, sin la debida confrontación técnica.
La Urbanización Guillermo Gaviria, al parecer, no tuvo los estudios técnicos suficientes y ahí tenemos las consecuencias. También se habla de que problemas en la Urbanización La Esperanza, no tuvieron estudios de fondo y existe inestabilidad del terreno.
Se hace necesario aprovechar la experiencia triste de estas emergencias invernales para reestructurar los estudios para las futuras licencias de construcción.
Acaso sea necesario un verdadero cuerpo técnico o avanzados estudios sobre hidrología, de estabilización de suelos, etc. No se puede continuar improvisando y dejando al amaño de un funcionario tamaña responsabilidad en la construcción de viviendas y edificios comerciales en Rionegro.
Alguien debe buscar las soluciones apropiadas y elevarlas a norma legal del municipio para evitar hacia el futuro tragedias mayores, consecuencia de todos los males que hemos permitido, soportado y aún apoyado desde las oficinas municipales.
Este problema del barrio Las Playas viene de muchos años atrás, de administraciones pasadas, que conocían el problema, no hicieron lo necesario ni conveniente para solucionarlo. En página aparte nuestros lectores podrán ver y leer testimonios sobre la inundación de hace casi 50 años, cuando se presentaron idénticos problemas.
El concejo de Rionegro, en 1970, estudió y analizó con seriedad la gran inundación de Rionegro en ese noviembre y tomó varias recomendaciones como programa a cumplir, que no se cumplió. Varias administraciones pasaron de agache, aplicando paños de agua sucia; pero vinieron otros mandatarios y . . . tampoco hicieron lo debido. Nada pasó y ahora todo pasó, con tremenda experiencia que debemos aprovechar, haciendo a un lado personalismo, politiquería y demás etcéteras.
Pero Rionegro si tiene derecho a saber quiénes y por qué permitieron los grandes errores de planeación que se han presentado con tan funestas consecuencias en este año 2011.
Los personajes que aspiran a cargos por elección popular, deben y tienen la obligación moral de investigar hasta la saciedad y señalar los culpables de tan desastrosos hechos. ¿Será posible? Con toda seguridad no demoran en presentar ante la justicia grandes demandas sobre el municipio de Rionegro y contra las autoridades ambientales por daños y perjuicios causados por errores de Planeación. El concejo debe afrontar, junto con la administración y la Personería Municipal, estas averiguaciones que indican grave detrimento patrimonial a industriales, comerciantes y habitantes del común.
Esperemos que alguien tenga los pantalones suficientes para enfrentar la investigación y permitir, de cara al pueblo, soberano y gran elector, que estudie y determine las medidas apropiadas para sancionar, si es el caso, a quienes han atentado contra el patrimonio ambiental y económico de los habitantes, todos víctimas, porque todos pagamos impuestos y es nuestro dinero el que se ha dilapidado por licencias para construcción y licencias para hacer llenos, sobre la llanura de inundación que no debieron aprobarse y firmadas por personas que han permitido que sobre nuestro río madre se cometan tantos y tan graves atentados.
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